El particular modelo de desarrollo que ha experimentado la isla, con crecimiento económico sostenido, con una evidente protección y conservación de la naturaleza y el medio ambiente le ha valido el reconocimiento y la declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera, el 7 de octubre de 1993, por parte de la UNESCO, que ha sido la confirmación definitiva a una larga y extensa labor de los isleños por mantener uno de sus rasgos más definidos e identificativos, cual es el continuo interés por el respeto y la conservación de su entorno.
Lanzarote fue la segunda Reserva de la Biosfera en Canarias, añadiendo un componente novedoso: por primera vez era declarado por la UNESCO un territorio en su conjunto, incluyendo a todos sus núcleos poblacionales. La perfecta simbiosis lograda en Lanzarote entre el hombre y la naturaleza es, sin duda, el principal causante de este reconocimiento internacional.
Lanzarote aporta aspectos originales a la Red de Reservas de la Biosfera. Destaca laintegración de la creación artística en el territorio en cuanto elemento de reforzamiento de la propia cultura, generando también un valor añadido como recurso turístico. Aporta asimismo la mejora estética y la subsiguiente rentabilidad económica, asociada a la recuperación de espacios degradados: los valores culturales, los límites físicos y las condiciones ambientales se reflejan en los paisajes agrarios.
La isla posee altas cualidades ambientales y cuenta con la presencia de ecosistemas representativos y con enclaves altamente protegidos.
¿Qué es una Reserva de la Biosfera?
La UNESCO creó en 1976 la figura de Reserva de Biosfera con el fin de distinguir y mantener aquellos territorios donde existen ecosistemas representativos de una región biogeográfica y en los que se dan la condiciones que permitan un desarrollo económico sostenido y un uso del territorio compatible con la conservación de sus recursos naturales.
Las Reservas de la Biosfera son áreas representativas de medios terrestres y costeros, cuya importancia, tanto para la conservación como para el suministro de conocimientos prácticos y valores humanos que puedan contribuir a un desarrollo sostenible a escala humana, ha sido reconocida internacionalmente a través del programa Man and Biosphere. MaB (El Hombre y la Biosfera).
El objetivo de una Reserva de la Biosfera puede sintetizarse en preservar y generar valores naturales y culturales mediante una gestión científicamente correcta, socialmente respetuosa, culturalmente creativa y operativamente sostenible. Las Reservas de la Biosfera son elementos para asegurar el futuro, aunque construido a partir de la propia historia.
La declaración de Lanzarote
Uno de los muchos espacios naturales de Lanzarote
En noviembre de 1992 los gobiernos, insular y regional, acuerdan iniciar los trámites para la declaración de la isla de Lanzarote como Reserva de la Biosfera. De esta forma, los acuerdos institucionales daban respuesta a la diversas demandas para la declaración de la isla, entre las merece destacar la ferviente solicitud del artista César Manrique.
César Manrique era vocal del Comité Español del Programa MaB. Fue el precursor de la propuesta de declarar Lanzarote Reserva de la Biosfera. Su obra integrada en el paisaje, denominada simbiosis Arte – Naturaleza / Naturaleza – Arte, ha sido tenida en cuenta como uno de los elementos en los que se ha sustentado la declaración, pues constituye un ejemplo de intervención armónica del hombre en su entorno. La obra de César Manrique, su pensamiento y sus propuestas para su isla natal han supuesto avances hacia el desarrollo sostenible mucho antes de que se acuñara el término.
Entre los factores que han contribuido a consolidar la declaración de Lanzarote conviene destacar la presencia de espacios naturales de interés, incluyendo el Parque Nacional de Timanfaya, la existencia de un alto nivel de cultura medioambiental en la población insular, la presencia de un extenso catálogo de obras singulares adaptadas al medio y la conservación de un modelo de intervención territorial agrícola que representa uno de los patrimonios más singulares y bellos que puedan encontrase en la extensa cultura insular del planeta.
Además, la isla cuenta con instrumentos de ordenación, el Plan Insular de Ordenación del Territorio y la Ley de Espacios Naturales de Canarias, con capacidad de garantizar el marco de los objetivos de la Reserva.